lunes, 24 de junio de 2013

El sacrificio de una bailarina disfrazado de tul

Para que se lleve a cabo de forma satisfactoria el trabajo de los bailarines y las bailarinas, es necesario que el vestuario, tanto de ensayo como de gala sea el adecuado. El atuendo diario de las bailarinas suele estar compuesto por maillot, medias y zapatillas de media punta o punta según las circunstancias.





Las zapatillas de media punta son aquellas más flexibles, de tela o licra, que se utilizan para realizar la barra y el centro. Estas zapatillas son de un tono rosado, blancas o negras, según si las utiliza un chico o una chica. Pueden tener la suela partida o entera, según el tipo de pie, la edad, y el trabajo que se quiera realizar. Además de estos elementos básicos, muchas bailarinas emplean calentadores, plásticos u otras prendas que mantengan aislado el calor para lograr una mayor elasticidad al mantener caliente la musculatura durante todo el ejercicio. No enfriarse es muy importante para rendir al máximo y evitar dolores producidos por no estirar bien antes y después de cada clase. 





En cuanto al calzado de las bailarinas, a parte de la zapatilla de media punta, existe la zapatilla de punta. Este tipo de calzado es el que se emplea más comúnmente en los escenarios. Es la zapatilla que caracteriza a la bailarina de ballet clásico desde su origen. Éste data del siglo XIX. Se estima, según fuentes documentales, que “una de las primeras bailarinas en utilizar estas zapatillas fue Marie Taglioni interpretando el ballet La Sílfide en 1832. En los inicios se rellenaba la punta con algodón para poder subir con menos molestias. A día de hoy, además de algodón, se utiliza esparadrapo y otro tipo de protectores de espuma o silicona para suavizar los dolores que pueden producir. Y es que la zapatilla no es precisamente cómoda, pues el objetivo es que la bailarina pueda mantenerse en equilibrio sobre sus dedos y para ello éstas deben fabricarse de materiales duros y resistentes. Deben estar lo suficientemente reforzadas como para que la bailarina pueda mantener todo el peso de su cuerpo sobre las puntas. Para poder utilizar este tipo de calzado, se requiere cierto nivel técnico, mucha práctica con las zapatillas de media punta y un entrenamiento progresivo para ir logrando la fuerza necesaria y el equilibrio. Así mismo, la utilización de las puntas tiene muchas consecuencias sobre los pies, por ello es inviable utilizarlas a edades muy tempranas. Si se trabaja esta técnica cuando el pie aun no está del todo formado, pueden aparecer problemas irreversibles.



La alumna de ballet clásico, I.T., asegura que “la zapatilla de punta es la perfecta creación para que el sufrimiento quede camuflado de comodidad y delicadeza”. Y añade que “tanto el color como el tejido, endulzan el pie y lo sensibilizan, mostrando un esfuerzo poco aparente”. Además ha explicado que si existieran unas zapatillas con un tejido invisible, se podría observar la agresividad que sufren los pies, y entonces tal vez cobraría más sentido la resistencia y disciplina de una bailarina, “siempre sonriente ante los ojos que la observan”.



Existen zapatillas de diversas marcas y durezas, para poder trabajarlas a distintos niveles de técnica y fuerza. Una bailarina que se inicia en puntas no puede hacerlo con una zapatilla de la misma dureza que una bailarina avanzada o profesional.



En cuanto a los efectos que los pies van sufriendo a causa de las puntas, según artículos especializados de podología y otros documentos específicos, son muchos y muy frecuentes. “Prácticamente todas las bailarinas tienen ampollas y callosidades tanto en los dedos como en la planta del pie, talones y en la zona delantera donde dan comiendo los dedos. Debido a la presión que la punta ejerce sobre los dedos, es muy habitual tener las uñas deformadas o encarnadas. Otras consecuencias, como el desarrollo del conocido juanete o los dedos en garra, se deben a la sobrecarga que produce la posición de punta sobre el primer y segundo radio; se hipertrofia la cortical de los metatarsianos para soportar mejor la carga. Dolor en el talón, fractura del quinto metatarso, fascitis plantar, metatarsalgias o sesamoiditis, son otras de las patologías más frecuentes provocadas por este ejercicio”.



El cuidado de los pies, el pan de cada día

Para una bailarina sus pies constituyen su herramienta de trabajo y, por ello, debe cuidarlos y tenerlos siempre a punto. Además de para poder dar lo mejor de sí misma, porque es parte de su cuerpo y debe mimarlo tras un ejercicio tan agresivo. Tras una jornada de entrenamiento sobre las zapatillas de punta es más que normal que los pies queden inflamados, con rozaduras y ampollas, incluso alguna herida abierta si no se tiene el pie preparado y habituado. Es por eso que las bailarinas deben estar muy concienciadas y darle a sus pies los cuidados que requieren, para evitar así consecuencias tanto a corto como a  largo plazo. Hay muchas maneras de hacerlo pero una idea muy efectiva es poner los pies en remojo con agua y sal. Esto ayudará a desinflamar y  regenerar las heridas y rozaduras con más facilidad. Por otro lado, aplicar una pequeña cantidad de crema especialmente en los talones, ayuda a prevenir y tratar la sequedad y las callosidades provocadas por el roce de las plantas con las puntas. Algo de vital importancia es mantener las uñas siempre bien cortadas. La zapatilla de punta no permite tener las uñas largas, ni medias, por la presión que ejercen sobre los dedos. Es importante mantenerlas cortadas rectas para evitar que los extremos se claven y provoquen las ya nombradas uñas encarnadas. Además, usar protectores cada vez que se utilizan las puntas, tanto en los ensayos como en las actuaciones, es muy importante para proteger los dedos y evitar heridas. Si anteriormente los dedos han sangrado es importante proteger bien esta zona para que se cure lo antes posible.



7 comentarios:

  1. Este articulo tiene muchisima razon, yo soy bailarina de ballet desde hace 8 años tan solo, sin embargo ya estoy utilizando las nombradas zapatillas de puntas y tan solo tengo 11 años (casi 12), y se lo que se siente y creo que los dems debrian leer esto para que vean que el ballet no es ir y hacer payasadas

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    1. Tengo una duda, ¿Exactamente que sientes cuando te pones la zapatilla? Yo no práctico ballet porque me dedico a otras cosas, me gusta muchísimo ver ballet. Pero siempre me he preguntado que es lo que sienten :-)

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    2. Tengo una duda, ¿Exactamente que sientes cuando te pones la zapatilla? Yo no práctico ballet porque me dedico a otras cosas, me gusta muchísimo ver ballet. Pero siempre me he preguntado que es lo que sienten :-)

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    3. Hola yo soy bailarina de ballet clásico desde los 4 años y ahorita tengo 13 años se siente que flotas aveces que mueres pero lo que se siente en realidad es la satisfacción de salir al ecenerario y dar todo para que las personas vean lo que es el verdadero arte de ballet

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  2. Yo estoy estudiando para ser bailarina de ballet profesional y la verdad, usar puntas es como volar pero al mismo tiempo, sientes cómo los músculos de tus pies y piernas queman. A veces puedes durar horas y horas usándolas y simplemente no sientes nada. Creo que te acostumbras al dolor usual que causa el trabajo y la presión. Eso y todos los callos que se te van formando.Otras veces sientes como si te estuvieran enterrando un clavo en los dedos, a veces se te duermen los dedos o sientes que se te encajan en la puntera. No he tenido ningún accidente horrible realmente, porque he tenido mucho cuidado a la hora de escoger las puntas que voy a usar y ponerme el vendaje.

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  3. Increíble, tan hermosas y delicadas que se ven las bailarinas, gráciles como libélulas, y sus pobres pies, destrozados... Mis respetos para ellas

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  4. Tanto mal en los pies para nada en la vejez sera vivir en el infierno (esa uña negra y ampollas 😭💩🤢😠🤮🤬🥶👻⚰️)

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